Al pan, pan...

Lo que viene a continuación no lo he escrito, ni lo he titulado yo; ni siquiera lo he encontrado yo. Omitiré el nombre de quién me lo ha descubierto, por su hoy reputada situación en el establishment de nuestro depauperado baloncesto de clubes. Y no es mi admirado Lucius, otro de la "Banda de los Significados". ¿Alguna duda?

César Nanclares Escudero - www.nanclymen.blogspot.com

«Esto es el réquiem de una muerte anunciada»

¿Duro? ¿Realista ¿Hastiado? El alero abrió ayer su corazón a sólo 72 horas de la cita crucial que tendrá su equipo en Las Palmas, donde una victoria supondrá la permanencia y una derrota la condena de la LEB. Teniendo en cuenta su currículo y antecedentes, será el primero que se dejará el alma en el parqué del Centro Insular, pero ayer reconoció, con una sinceridad inusual, los muchos errores que se han cometido.

Lejos de vender humo y pronunciar frases enmascaradas en un optimismo hipócrita, Lucio Angulo analizó ayer «a corazón abierto» la realidad del Etosa, que inexorablemente pasa por el decisivo encuentro del sábado en Las Palmas.

Reconoció su «rabia» porque se repitan los errores año tras año y consideró «insultante» que se compare la situación actual del equipo con la de hace tres años, cuando se logró la salvación con una inesperada victoria en Málaga. En este sentido, el capitán dijo ayer: «No tiene absoultamente nada que ver, es sólo demagogia. La dinámica aquella era positiva y ahora es negativa, aquel equipo tenía mucho corazón y reacción y muchos de ellos (jugadores) nos han abandonado. Me parece insultante comparar las dos situaciones».

Desde el consejo de administración se apunta esta semana a la intensidad en los entrenamientos como clavo al que aferrarse de cara al choque del sábado, pero Angulo se mostró muy escéptico. «No se puede trabajar el último día, la última semana. Como se ha trabajado en las dos o tres últimas semanas es como se jugará en Canarias», dijo el capitán, quien no se atrevió a dar un porcentaje de las posibilidades de victoria alicantinas en Las Palmas, aunque sí apuntó: «Somos conscientes de lo que nos jugamos, pero en los partidos de este año en los que tuvimos que dar el callo y un paso al frente, no lo hicimos, como en Valladolid, Menorca, Bruesa, Murcia y Girona. Ahora vamos a Canarias y hay que ser consecuentes».

Angulo confió ayer en que sus compañeros echen mano del amor propio para certificar la permanencia del equipo en la ACB tras un año para olvidar: «Apelo a lo poquito que nos queda de orgullo y también a la profesionalidad de cada uno. Hay que vender esperanza, que es la moneda del pobre, pero eso es para las beatas, nosotros teníamos que vender trabajo».

El veterano jugador internacional también dejó claro que espera a un Gran Canaria «profesional» pese a que el equipo de Salva Maldonado no se juegue nada en el envite. «Ellos saldrán al cien por cien y las declaraciones de Víctor Baldo no dejan lugar a la duda. Además, es un mal equipo para jugárnoslo todo porque ya he visto un par de vídeos suyos y son un grupo que juega muy alegre y siempre de la misma manera», explicó. Más en concreto resaltó que «Hunter tiene allí mucho balón y en tres acciones puntuales decidió el partido contra nosotros aquí. Vroman también está 'venao' y es un equipo que además en su casa juegan muy alegres».

Pese a su línea crítica (o realista), Angulo afirmó que el Etosa hizo «un buen partido» ante el Girona y resaltó que «el resultado tal vez no fuera del todo justo porque he visto un par de veces el partido en vídeo e hicimos un buen trabajo, pero el Girona es un 'superequipo'».

Aunque la temporada aún no ha acabado, Angulo realizó ayer un pequeño análisis de la misma y admitió su «cansancio». «He vivido aquí tres años y es muy duro que se hayan repetido errores en todos los estamentos del club y, además, veo que se seguirá parcheando en el futuro. Esto es el réquiem de una muerte anunciada. Yo ya he descendido con un equipo y he visto su desaparición. Sé lo que significa eso, aunque no sé si todos somos conscientes», concluyó.

Entrevista de Lucas V. Belmar publicada el 10-V-07, en el "Diario Información" de Alicante

Antítesis

Anoche comprobé la diferencia entre la buena y la mala televisión. A3 desperdició a Cesc Fàbregas como comentarista del Liverpool-Chelsea de Champions, mientras que Canal+ sacó jugo a Sergio Rodríguez en el quinto partido de la serie de la playoffs de la NBA entre Toronto-New Jersey.

César Nanclares Escudero - www.nanclymen.blogspot.com

Nunca he creído en dos narradores para un partido; sí en dos comentaristas. José Antonio Luque no es mal relator, pero a su lado Manu Sánchez ensucia, no aporta y roba tiempo al comentarista. El robo es monumental si quien comenta es Cesc, joven aunque sobradamente preparado. Él y Sergio Rodríguez representan (también Nadal, Alonso, Gasol...) a una nueva generación de deportistas españoles criados en la era de la tele en color y bajo el paraguas de la democracia más duradera y mejor cultivada de nuestra historia.

Cesc lleva cuatro años en Londres, conoce el fútbol inglés y en lugar de dejarle que explicara los tradicionales y deliciosos secretos de la Premier, le pisaron todo el rato con el plomizo chascarrillo sobre su, improbable por cierto, futuro madridista.

Sergio Rodríguez estuvo de madrugada en Canal+. Se le notaba a gusto al lado de su admirado Ántoni Daimiel. Igual que Cesc tiene 20 años y aunque con menos experiencia mediática que el catalán, cuenta cosas. Si le dejan, claro. Le dejaron y las contó. Sobre su vida en Pórtland, sobre sus compañeros y rivales, sobre las interioridades de la mejor liga del mundo… También es verdad que en la NBA hay más parones que en la Champions, pero para escuchar primero hay que dejar hablar. Una manía muy acusada de nuestros plumillas televisivos es querer contarlo todo ellos, como para demostrar que saben más que nadie, incluso que los deportistas en activo a los que invitan. Lo más curioso es que A3 debió pagar una millonada por presumir de Cesc, cuando Sergio pasó la madrugada en el Plus tan contento y sin pasar por taquilla. El genial base canario creció empapado de la crónica en rosa de Daimiel, y de su peculiar estilo equilibrado y audaz, que forma parte ya de nuestra banda sonora NBA.

En A3 son unos recién llegados y por eso deben redoblar esfuerzos. No basta con “fichar” cracks a golpe de talonario si luego no pueden hablar y cuando lo hacen es para seguir con fórceps bromas insulsas y a destiempo.

Siempre recuerdo una demoledora frase del primer y mejor Michael Robinson: “Por algo tenemos dos orejas y una boca, porque hay que escuchar más que hablar”. Prometo que algún día lo conseguiré…